Por Ubaldo Alvarez A. ||
En una medida de emergencia para garantizar la seguridad y el bienestar de los habitantes de la micro cuenca de Ubinas-Matalaque se debería tomar la decisión de iniciar con la elaboración del plan de reasentamiento poblacional definitivo a las pampas de Jaguay Rinconada, luego de las recientes y devastadoras explosiones del volcán San Pedro de Ubinas.
La situación en Ubinas y los distritos vecinos: Matalaque, Chojata y Lloque se ha vuelto insostenible tras la reciente y devastadora explosión del volcán que ha dejado en evidencia la continua vulnerabilidad de la población. Ante la magnitud de las nubes de cenizas volcánicas que puede ocasionar efectos adversos para la salud, las actividades agropecuarias, infraestructuras y servicios.
Las autoridades de los tres niveles del gobierno y las organizaciones de sociedad civil, sería interesante usar la "Ley N° 30645 de reasentamiento poblacional para zonas de muy alto riesgo no mitigable" con el objeto de proceder el reasentamiento definitivo hacia las pampas de Jaguay Rinconnada de la provincia Mariscal Nieto-Moquegua. Es decir, para garantizar la seguridad y bienestar de los habitantes,
La actividad volcánica en Ubinas ha sido recurrente en los últimos años, y a pesar de los esfuerzos por brindar asistencia y protección a los ciudadanos, la situación sigue siendo de alto riesgo. El traslado de la población hacia las pampas de Jaguay representaría una solución a largo plazo para alejar a los habitantes de la zona de peligro y evitar futuras tragedias.
El reasentamiento definitivo sería una nueva experiencia de retos significativos para las autoridades competitivas, tanto desde el punto de vista logístico como emocional. Sin embargo, el proceso de reasentamiento debe garantizar la adecuada infraestructura, poblacional, agropecuaria y servicios básicos en las pampas de Jaguay para acoger a la población, así como proveer el apoyo psicológico necesario para enfrentar el cambio radical en sus vidas.
Además, será esencial contar con la participación activa y el consentimiento informado de los afectados para llevar a cabo este proceso. El reasentamiento de una población implica aspectos culturales y sociales que deben ser considerados y respetados para asegurar una transición más amigable y exitosa.
Por otro lado, se requerirá una planificación minuciosa para asegurar la sostenibilidad y el desarrollo en las pampas de Jaguay, garantizando oportunidades para el trabajo y la educación de los reasentados. La colaboración, el compromiso de los tres niveles del gobierno, organizaciones no gubernamentales y las comunidades afectadas será fundamental para alcanzar este objetivo.
Asimismo, el reasentamiento definitivo de Ubinas a las pampas de Jaguay no significa que se abandone por completo el área afectada. Se deberá seguir monitoreando la actividad volcánica en Ubinas y mantener protocolos de emergencia, así como considerar la posibilidad de destinar recursos para la rehabilitación y protección del entorno natural.
La explosión del volcán en Ubinas ha sido una dura lección para todos y ha dejado en claro que se requieren acciones decididas y a largo plazo para asegurar la seguridad de la población. No obstante, el 8 de junio de 2006 siendo presidente de la República Alejandro Toledo mediante Ley N° 28756 "Ley de declaracion de emergencia y reubicación de la población afectada por la actividad de volcán de Ubinas en el departamento de Moquegua" Pregunto ¿Por qué las autoridades de turno no actuaron a favor de los damnificados?
Por cierto el reasentamiento definitivo de Ubinas a las pampas de Jaguay Rinconnada representaría una medida valiente y necesaria para salvaguardar la vida y el futuro de los ciudadanos afectados por este desastre natural. La solidaridad y colaboración de todos serán clave para el éxito de este proceso y para enfrentar juntos los desafíos que implican estos cambios en la vida de los pobladores.
0 Comentarios