El proceso de reasentamiento en Tassa: Una década de promesas incumplidas y una comunidad olvidada

Por Ubaldo Alvarez A ||

La problemática del reasentamiento poblacional en el Centro Poblado de Tassa, en Provincia General Sánchez Cerro de región Moquegua, es un triste ejemplo de la falta de atención y la negligencia de las autoridades hacia las comunidades afectadas por desastres naturales. A pesar de que los primeros indicios de peligro se remontan a 2012, cuando Ingemmet declaró “la zona como de alto riesgo no mitigable”, poco se ha hecho para proteger a los habitantes de esta zona. En esta columna de opinión, analizamos ligeramente el largo proceso de reasentamiento y la urgente necesidad de una solución definitiva.

El primer paso hacia el reasentamiento de Tassa se dio hace ya más de una década, cuando las autoridades locales de Tassa comenzaron a estudiar la situación. La declaración de Ingemmet como zona de alto riesgo debería haber sido una señal de alarma, un llamado a la acción inmediata para garantizar la seguridad de los pobladores. Sin embargo, lo que siguió fue una serie de promesas incumplidas y una falta total de acción por parte de las autoridades de los dos niveles de gobierno. 

Uno de los problemas fundamentales en este proceso ha sido el incumplimiento de la Ley de reasentamiento y reubicación. Esta normativa fue creada para garantizar que las comunidades y pueblos afectados por desastres naturales reciban el apoyo necesario para reasentarse de manera segura y digna. Sin embargo, parece que estas leyes han sido ignoradas sistemáticamente en el caso de Tassa.

Ante la creciente desconfianza en las autoridades pertinentes, los pobladores eligieron comités especializados para supervisar y realizar el seguimiento del proceso de reasentamiento. Desafortunadamente, incluso con estos esfuerzos locales, el proceso ha sido un fracaso. A pesar de sus mejores intentos, los comités no han logrado que se cumplan las promesas de reasentamiento seguro.

Lo más alarmante es que han pasado más de diez años desde que se iniciaron los esfuerzos de reasentamiento, y durante este tiempo, tres gobernadores regionales y alcaldes han pasado por el cargo sin hacer absolutamente nada para resolver esta crisis social. La falta de acción y la aparente ignorancia de las normativas pertinentes han llevado a un estancamiento peligroso.

En 2020, la autoridad regional retomó las gestiones de reasentamiento en Tassa, pero hasta la fecha, los resultados son  inexistentes. Esto plantea la pregunta de: ¿Cuánto tiempo más deben soportar los comuneros de Tassa esta situación insostenible?  Si alguna vez se tomará en serio la seguridad y el bienestar de los habitantes de este Centro Poblado.

Claro que el reasentamiento definitivo es la única medida de solución viable. Las vidas y la seguridad de la población están en juego y es imperativo que las autoridades cumplan con su deber de proteger a sus ciudadanos. El tiempo de las promesas vacías ha llegado a su fin.

En conclusión, para un reasentamiento definitivo es más válido que nunca. La seguridad y la vida de los habitantes de Tassa están en juego. No podemos permitir que la burocracia y la inacción política sigan poniendo en peligro a esta comunidad. Es hora de que las autoridades cumplan con su deber, respeten las leyes y tomen medidas concretas para garantizar un reasentamiento seguro y justo para los habitantes de Tassa. La vida de una comunidad no puede ser un juego político y es responsabilidad de todos nosotros exigir un cambio inmediato.

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