1) Gorriti NO es un periodista. Definámoslo correctamente: es un activista político que ha usado al periodismo como herramienta para manipular a la Fiscalía en contra de otros. Ha utilizado la data que conseguía no para informar al público, sino para demoler sistemáticamente a los que aborrecía políticamente. ¡Los caviares están muy podridos si creen que mangonear así al Ministerio Público es ser “periodista”! Y si aún le consideramos periodista, entonces Gorriti convirtió a su periodismo en “el más vil de los oficios”.
2) Gorriti no es una víctima. ¡Al contrario, otros han sido sus víctimas! Ha hecho -adrede y alevosamente- mucho daño a otros. Todopoderoso inquisidor, verdugo y carcelero, tiene el carácter de un cruel zelota bíblico, no de un cordero.
3) Gorriti ha sido muy tóxico para nuestra sociedad. Ha envenenado y polarizado como muy pocos a nuestro pobre país. Mucho de este detestable clima actual de odios entre nosotros es culpa suya.
4) Gorriti habla de “acoso” cuando, más bien, él instauró una atmósfera de miedo; atemorizó y acosó a muchos con su gran poder fiscal-policial. La mayoría de la prensa recién le ha perdido el miedo cerval que le tenía. Convirtió a varios periodistas en sus adulones o satélites, como Mávila, RMP, Chincha o Villacís.
5) Gorriti aduce que “la ultraderecha” ha conspirado contra él. ¡Quien ha conspirado contra otros ha sido precisamente él! La verdad de su proceder no ha salido de “la ultraderecha”, sino de un allegado que conspiró junto con él.
6) Gorriti puede sufrir el mismo calvario penal que tanto buscó contra otros: el penalista Carlos Caro le encuentra tráfico de influencias y usurpación de funciones.
7) Gorriti ha alentado que se acuse alegremente de “organización criminal” a otros, como a PPK y sus pobres chófer y secretaria. Ironías de la vida, la Fiscalía también ahora puede igualmente acusar de eso a su ONG IDL-Reporteros.
8) Gorriti de joven combatió valientemente a Montesinos. De anciano (76 años) terminó pareciéndosele…
Columnista Diario Perú 21
Foto: IDL Reporteros
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