Es una realidad que, aunque lamentable, no sorprende en absoluto. Después de dos años y medio, la Contraloría ha arrojado luz sobre un perjuicio económico de 727 mil 133 soles a la Municipalidad Provincial de Arequipa. Este desafortunado episodio se debe a irregularidades en la elaboración del expediente técnico y la implementación de ocho ejes de ciclovías en Arequipa, que hoy yacen desarticuladas e inutilizadas.
El Informe N° 098-2023-2-0353-AC destaca que los funcionarios de la municipalidad, bajo la gestión del exalcalde Omar Candia, aprobaron un expediente técnico y su modificatoria para instalar trazos de ciclovías en el Centro Histórico y zona monumental sin contar con las opiniones técnicas necesarias. Esta falta de rigurosidad técnica se tradujo en un proyecto que disminuyó de S/ 2 millones 096 mil 166 a un millón 833 mil 649 soles, ejecutado entre el 4 de junio de 2021 y el 26 de noviembre de 2021.
La situación empeora al descubrir que, apenas el 14 de diciembre del 2021, el residente de la actividad informó que los elementos instalados, como bolardos y topes de hule, habían sido dañados. Esta circunstancia revela una falta de planificación y supervisión, elementos esenciales para el éxito de cualquier proyecto municipal.
La actividad contempló la implementación de ocho ejes de ciclovías segregadas en vías compartidas con el tránsito vehicular motorizado, una decisión que generó la reducción de carriles en calles y avenidas de alto tráfico, tanto para vehículos de servicio público como particulares. Este enfoque, lejos de garantizar la coherencia necesaria para establecer una red ciclovial, desencadenó el caos en su ejecución y a la fecha, la red de ciclovías se encuentra desarticulada.
La Subgerencia de Circulación y Educación Vial, mediante el Informe N° 053-2022-MPA-GTUCV-SGCEV, concluyó el 19 de enero de 2022, tras reevaluar el expediente técnico de la actividad, que este presenta serias deficiencias técnicas. Recomienda, con acierto, no continuar con la implementación de las ciclovías aún no ejecutadas y el retiro inmediato de delineadores y canalizadores en mal estado, pues podrían generar accidentes de tránsito.
En los hechos ocurridos entre el 27 de agosto de 2020 y el 27 de noviembre de 2021, se identificó la presunta responsabilidad civil y administrativa de ocho exfuncionarios y exservidores de la anterior gestión municipal (2019-2022). Esto no solo generó la reducción de carriles en calles y avenidas de alto tráfico, sino que también provocó un caos vehicular que, finalmente, paralizó el proyecto.
El informe del Órgano de Control Institucional (OCI) de la MPA ha sido notificado al actual alcalde Víctor Hugo Rivera, instándolo a adoptar acciones para deslindar responsabilidades. Además, recomienda a la Procuraduría Pública de la Contraloría General emprender acciones civiles contra los presuntos responsables.
La gestión del alcalde Omar Candia, ya cuestionada por vecinos y funcionarios, se ve ahora gravemente comprometida por las múltiples irregularidades en el proyecto de ciclovías temporales. Desde el inicio de su ejecución, estas irregularidades eran evidentes, y la confianza pública se erosionaba con cada bache en la infraestructura y cada falta en el expediente técnico.
Este caso de desarticulación ciclovial en Arequipa es más que un derroche de recursos; es una traición a la confianza pública. La falta de diligencia en la planificación y ejecución de este proyecto revela una negligencia que no solo afecta las arcas municipales sino que también pone en peligro la seguridad de los ciudadanos.
Es necesario que las autoridades actuales tomen medidas efectivas para deslindar responsabilidades y emprender acciones legales contra quienes resulten responsables. La transparencia y la rendición de cuentas son esenciales para restaurar la confianza pública y evitar que casos como este se repitan en el futuro.
Arequipa merece proyectos bien planificados, ejecutados con responsabilidad y que beneficien a la comunidad en lugar de causar perjuicios económicos. Solo a través de un compromiso genuino con la gestión eficiente y transparente de los recursos públicos se podrá reconstruir la confianza perdida y avanzar hacia un futuro donde la planificación urbana contribuya al bienestar de todos.
Foto: El Búho
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