Los cadáveres no reviven, presidenta Dina Boluarte. En su total desconocimiento de lo que significa que una quebrada empresa pública deba US$ 8,000 millones al Estado peruano, es entendible que usted siga creyendo en pajaritos de colores.
De otra manera, nadie entiende cómo, en medio de la crisis terminal que arrastra la petrolera estatal, usted apruebe que el Estado preste otros ochocientos millones de dólares a Petroperú; entidad que, al cierre del tercer trimestre de este año, ya tiene registradas pérdidas por US$ 745 millones y deudas acumuladas por US$ 8,000 millones.
Por su parte, el Banco de la Nación (BN) aclaró que el reciente préstamo que le ha facilitado a Petroperú —a mérito de un Decreto de Urgencia aprobado por el gobierno de Dina Boluarte— ha despertado todas las alarmas en la citada entidad bancaria. Tanto que, por temor a semejante irresponsabilidad suya, presidenta Boluarte, los trabajadores del BN consideran que aquello afectará “las utilidades de sus trabajadores y/o comprometerá su estabilidad financiera”. Al extremo que, conocido el hecho de facilitarle otros US$750 millones a Petroperú, los sindicatos del BN realizaron ayer un paro de 24 horas.
Por más que su gobierno alegue que, en caso Petroperú incumpla la cancelación del préstamo, el Estado hará los pagos estipulados —asegurando que el patrimonio del banco no se verá afectado y las utilidades de los trabajadores tampoco correrán riesgo— usted, presidenta Boluarte, al menos comprenderá que no hay lonche gratis. Sencillamente, porque el Estado no tiene dinero. Se lo proporcionan los ciudadanos. Y lo que usted está haciendo es trasladar a Juan Pueblo la responsabilidad de pagar semejante factura.
En respuesta a la infeliz información de la neófita mandataria Boluarte, el secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores del Banco de la Nación y el vocero del Sindicato Nacional de Trabajadores del Banco de la Nación expresaron su mortificación por lo que consideran una “grosera injerencia política en las operaciones del banco”. Argumentan que “el préstamo a Petroperú compromete el patrimonio del BN, lo que pudiera perjudicar su estabilidad”.
Incluso, Petroperú lleva más de un mes sin directorio, a consecuencia de lo cual el sindicato de dicha empresa anuncia una paralización de actividades por 48 horas, previa a una huelga general indefinida.
Por su parte, el congresista Diego Bazán, de Renovación Popular, cuestionó la entrega de fondos públicos para una empresa que, a su juicio, “debe ser liquidada”. “Se le han entregado (otros) US$800 millones a Petroperú; en unos meses necesitará otros mil millones. La empresa es insostenible; no podemos seguir inyectando dinero público a una entidad quebrada”, enfatizó Bazán.
Desorientado, como de costumbre, por enésima vez el ministro Arista anunciaba otra reunión “para decidir el nuevo directorio” de Petroperú. “Estamos tomándonos el tiempo necesario porque queremos poner un buen directorio”, dijo este incalificable personaje. ¡Obviamente, solo los menesterosos y corruptos estarían dispuestos a asumir directorios de empresas estatales quebradas! Oiga, señor Arista, ¡ya basta! Déjese de jugar con los peruanos tan solo para aferrarse al cargo.
El drama de Petroperú es una bomba nuclear.
Columnista Diario Expreso
Foto Andina
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