Hoy, quiero abordar una noticia reciente que ha captado mi atención y que destaca la loable labor de la Dirección Regional de Agricultura de Moquegua. Su reciente entrega de 9,608 sacos de alimento balanceado, pacas de alfalfa y kits veterinarios a los productores de ganado ovino y camélidos sudamericanos en los distritos de Ubinas, Chojata, Matalaque, Puquina, Lloque, Ichuña y Yunga es, sin duda, una medida relevante.
Esta acción, que inició en octubre con el objetivo de fortalecer la producción ganadera, busca mejorar la salud y prevenir enfermedades en los animales mediante el suministro de nutrientes esenciales. A primera vista, es un gesto valioso en tiempos de escasez de forrajes, y se espera que la distribución sea equitativa, beneficiando a los verdaderos campesinos de la provincia.
Sin embargo, al escuchar las voces de los comuneros, surge la pregunta inevitable: ¿es suficiente este programa de apoyo? Es en este punto donde surge la oportunidad para la Dirección Regional de Agricultura de Moquegua de ir más allá y considerar medidas integrales que impulsen de manera sostenible la cría de ganado en los mencionados distritos.
Mi sugerencia va más allá de la distribución de alimentos. Propongo la implementación de un programa integral que aborde las necesidades fundamentales de los criadores de ganado vacuno, ovino y camélidos sudamericanos. Aquí algunas ideas que podrían marcar la diferencia:
Asistencia técnica personalizada: En primer lugar, propongo la implementación de programas de asistencia técnica. La Dirección Regional de Agricultura puede desempeñar un papel fundamental proporcionando capacitación en técnicas de reproducción, alimentación adecuada, manejo sanitario y prevención de enfermedades. Asesorías personalizadas resolverían problemas específicos que los criadores enfrentan, promoviendo prácticas de cría más eficientes.
Mejora de la genética ganadera: Otro aspecto importante es la mejora genética del ganado. Introducir razas mejoradas y establecer programas de selección y reproducción puede resultar en animales con características deseables, como mayor producción de carne o lana, resistencia a enfermedades y adaptabilidad a las condiciones locales.
Infraestructura y equipamiento ganadero: La inversión en infraestructura ganadera, incluyendo cobertizos, cercas, sistemas de abastecimiento de agua y caminos de acceso, es esencial. Además, proporcionar equipamiento adecuado para el manejo del ganado contribuirá significativamente a la eficiencia y bienestar animal.
Acceso a financiamiento: Facilitar el acceso de los criadores a programas de financiamiento, como créditos y subsidios, puede impulsar inversiones trascendentales en la mejora de sus sistemas de producción, desde la adquisición de animales de calidad hasta la implementación de sistemas de riego.
Promoción de mercados y comercialización: Apoyar a los criadores en la promoción de sus productos y la búsqueda de mercados nacionales e internacionales es clave. Participar en ferias agropecuarias, promover la calidad y trazabilidad de los productos, y establecer alianzas comerciales son estrategias que pueden abrir nuevas oportunidades para los ganaderos locales.
Investigación y desarrollo ganadero: Finalmente, promover la investigación y el desarrollo en el sector ganadero local es esencial. Realizar estudios sobre las necesidades y desafíos específicos de los criadores, así como buscar soluciones innovadoras y adaptadas a las condiciones locales, puede marcar la diferencia a largo plazo.
Implementar estas medidas no solo requerirá esfuerzo, sino también consulta y colaboración con los propios criadores, respetando sus conocimientos tradicionales. Las comunidades exigen programas integrales para mejorar la producción ganadera, y la pregunta final es: ¿será tan difícil llevar a cabo estas medidas? La respuesta, en última instancia, radica en la voluntad y compromiso de todos los actores involucrados.
Foto: AGROPERÚ
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