Dina no tiene remedio. Cuando todo se presta para que haga las cosas bien, mete la pata y a fondo.
Por fin, ante la evidencia de los desastres sectoriales acertó al designar como titular del MEF a José Arista, en Energía y Minas a Rómulo Mucho y en Defensa a Walter Astudillo. Los tres (porque el del Ambiente no es mayormente conocido) representan una apuesta por persistir en el modelo de una economía social de mercado dentro del respeto institucional de las FF.AA. al Estado de Derecho.
Arista tiene una trayectoria positiva y cuenta con un elemento absolutamente favorable: el liderazgo del que carecía el destituido Alex Contreras, quien al margen de ser apenas técnico de tercer nivel en el BCR le mintió al país al negar descaradamente que estamos en recesión. El reto del nuevo ministro, sin embargo, no es fácil, tiene tres niveles de ataque: poner en orden y austeridad al fisco que está gastando absurdamente en un estado cada vez más hipertrófico; dar coherencia y calidad a las medidas de reactivación sin dañar a sectores críticos como las Mypes; y, devolver la confianza a los inversionistas nacionales y extranjeros.
Rómulo Mucho, a su turno, debe destrabar los proyectos mineros; lidiar con la altísima conflictividad social alentada por la extrema izquierda; ponerle cepo al barril sin fondos de la quebrada Petro Perú; y lograr que el Perú se inserte en el súper ciclo de precios mineros.
Astudillo debe recuperar la confianza de los propios militares después de la gestión miserable de Chávez Cresta; articular las labores de Defensa con las de Seguridad interna; y exigir el presupuesto indispensable para mantener la operatividad de las FF.AA.
Lo que no tiene lógica es que Dina haya dejado en el Gabinete a un Otárola que ya ha cumplido largamente su función y que ahora es despreciado por todas las fuerzas políticas; y mantener en el cargo al Ministro del Interior, pese a que Torres es un inepto a la vela en un sector que se ha convertido en hiper crítico para los peruanos.
Por lo demás, precisamente cuando el Perú está recuperando prestigio internacional gracias al excelente trabajo de la Cancillería previo a la Cumbre de APEC 2024, a Dina se le ocurre la pachotada de autodenominarse “mamá” de todos los peruanos. Huachafería de marca mayor, pero en fin, se cumple aquello de que la cabra tira al monte…
Columnista Diario Expreso
Foto: Andina
0 Comentarios