Poder Judicial dictamina 24 meses de prisión preventiva para exalcalde Gílmar Luna

Por Ubaldo Alvarez A ||

El dictamen del Poder Judicial a 24 meses de prisión preventiva al exalcalde Gílmar Luna Boyer y al abogado René Ediverto García Gonzales por su presunta participación en la organización criminal apodada "Los Traficantes de la Pampa" ha generado conmoción a la opinión pública. Este caso, que involucra la usurpación de terrenos del Estado y su posterior venta, es una dolorosa muestra de cómo la inmoralidad cala incluso a los niveles más altos de la política y la justicia local.

El presunto modus operandi de esta organización, que implicaba la usurpación de tierras públicas para su lucrativa reventa, es un agravio a la sociedad y una afrenta al Estado de derecho. La idea de que personas en posiciones de poder, como el exalcalde Luna, estuvieran presuntamente involucradas en esta red criminal es una llamada de atención para la necesidad de una supervisión más rigurosa y la erradicación de estas prácticas deshonestas.

El hecho de que ambos acusados se encuentren prófugos, huyendo de la justicia después de una detención preliminar, plantea serias interrogantes sobre la capacidad del sistema legal para asegurar que los responsables rindan cuentas por sus acciones. La lucha contra la pudredumbre en el sector no puede ser efectiva si aquellos acusados de actos ilícitos pueden evadir la justicia de esta manera.

El proceso legal que condujo al veridicto  fue largo y arduo, extendiéndose por aproximadamente seis meses. Sin embargo, este es solo el primer paso en el camino hacia la rendición de cuentas. Las investigaciones continúan sobre los delitos que se les imputan a Gílmar Luna y René García, y es esencial que se realice un escrutinio exhaustivo de los detalles para asegurar que no quede ningún cabo suelto.

Uno de los aspectos más reveladores de este caso es la supuesta relación de confianza entre el exalcalde Luna y el líder de la organización criminal, Juan Valencia. A pesar de las negaciones iniciales de cualquier vínculo, las escuchas telefónicas autorizadas durante la investigación arrojaron claridad sobre una conexión estrecha. Esta evidencia es fundamental para establecer la culpabilidad y la extensión de la red de apoyo político que, según las investigaciones, estaba involucrada.

La organización operaba a través de la asociación de vivienda Asproducto de San Camilo, La Joya, donde los lotes se vendían por 5 mil soles cada uno. Esto no solo resalta la explotación de tierras públicas, sino también el impacto en aquellos que resultaron desplazados por estas prácticas incorrectas.

Este caso subraya la importancia de una justicia imparcial y efectiva en la lucha contra la corrupción. La sociedad debe estar vigilante y exigir responsabilidad a quienes abusan de sus posiciones de poder para beneficio propio. La prisión preventiva es un paso positivo, pero la verdadera prueba radicará en la capacidad de las autoridades para llevar a cabo investigaciones completas y asegurar que la justicia prevalezca, sin importar cuán poderosos sean los implicados.
Foto referencial: El Búho 

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