Por
Claudia Cisneros
El paquetazo contrambiental no ha terminado. Lo aprobado el
jueves en el Congreso, aunque con alguna “mejora” (extienden de 30 a 45 los
días para revisar los EIA y sube de 35% a 50% del máximo actual el tope de
multas en los 3 años de moratoria,(http://goo.gl/KxnJPx), sigue siendo lesivo al medioambiente, a
la institucionalidad, a la fiscalización y por ende al país (http://goo.gl/TvNq0T) creando las condiciones para nuevos,
peligrosos y costosos conflictos socioambientales.
Peor aún,
este paquetazo contrambiental es solo el inicio del autogolpe que el Estado
está perpetrando contra el país. Los empresarios mineros no son los únicos
beneficiados con el asalto a la legalidad que el gobierno les ha regalado, los
de hidrocarburos preparan también su fiesta. Se vienen más “reformas” bajo la
misma coartada económica. No en vano Beatriz Merino (ex defensora del Pueblo
ahora defensora de la Soc. Peruana de Hidrocarburos) ha enfilado el lobby a las
altas esferas para que se ejecuten las propuestas del famoso Libro Blanco de
Hidrocarburos (http://goo.gl/9eSDNe), entre ellas la eliminación de EIA para
sísmica.
Pero que
no se equivoque este gobierno. Que para la sociedad civil esto tampoco ha
acabado. Cuando los entes estatales que deben salvaguardar el interés común
fallan, los ciudadanos salimos a defenderlos. No callaremos viendo cómo el
gobierno entrega –desvergonzadamente– a un grupo privado lo que es de todos.
Más de 30
organizaciones civiles (http://goo.gl/GUI3iN) se han pronunciado y vienen
movilizándose para exigir a Nadine y Ollanta que reviertan su autogolpe. (http://goo.gl/pvdhDA). La Defensoría del Pueblo, principal
ente vigilante de los conflictos sociales activos y latentes, en carta al
Congreso pidió (http://goo.gl/QyYbHH) que no se aprueben estas medidas, pues
“debilitan la institucionalidad y los mecanismos de supervision y fiscalización
ambiental”.
También
la ONU cursó carta a la cancillería peruana (http://goo.gl/l0f5tu) expresando que “a la luz de los
compromisos internacionales adquiridos por el Estado peruano en referencia a la
protección del medioambiente (…) creemos necesario manifestar una legítima
preocupación (…) por el impacto que las nuevas medidas económicas pudieran
acarrear”. Firmada por Rebeca Arias (ONU-Perú), mujer a la que se podría haber
valorado de buena peruana si no fuera porque luego ha escondido la cabeza, al
parecer bajo presión de los reclamos del MEF y Cancillería a su Central por
decir lo que corresponde. El gobierno ha escondido esta y la carta que llegó al
Congreso. En este ajedrez político de pleitesías al empresariado, los peruanos
que debieran alzar la voz por nosotros, juegan a callar y esconder, a ignorar y
mentir, a darnos la espalda y arrodillarse ante los que no solo se creen dueños
del país, sino que con este gobierno, lo son.
Nadine,
Ollanta, Castilla, Mayorga, Gómez, de la OEFA, (http://goo.gl/ueznF2), junto con el Congreso, consumaron el paquetazo
con 10 votos del humalismo, Perú Posible y SN; 7 abstenciones cómplices del
fujimorismo y el PPC; y la cobarde ausencia del APRA (http://goo.gl/7mdJTO).
¿Y Pulgar
Vidal? Hay quienes aún le guardan alguna fe. Creen posible aún que renuncie, si
no lo renuncian antes a él. Porque es cierto que hasta donde pudo la peleó.
Pero Pulgar sabe que perdió desde que el paquete salió del Ejecutivo rumbo al
Congreso. Y sabe que ya no podrá evitar lo que viene. Y quizás ya sabe que la
COP de sus amores le será birlada excepto se termine de alinear y deje que el
autogolpe termine de violentar todo aquello en lo que alguna vez creyó.
En estas
lastimeras circunstancias, ser anfitrión de la COP a fin de año, la mayor cita
mundial de temas medioambientales, es una obscena hipocresía. Una tremenda
farsa. Como la mentada inclusividad del gobierno de Nadine y Ollanta.

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