Por Rocío Ferrel
Hay personas que cuando algo
huele mal no sienten. Unas porque ellas también despiden esos olores; otras
porque su capacidad olfativa está muy dañada. También tenemos los casos de
orates, los cuales quizás no tengan afectado su sentido del olfato, están fuera
de la realidad.
Algo similar sucede con el
presidente Ollanta Humala, por tanto, también con su cónyuge, quien se jacta de
su poder no sólo en el gobierno, sino hasta en el Congreso. No sienten el olor
a corrupción o inmoralidad de su entorno, como si estuviesen acostumbrados a su
propio hedor, como si tuviesen dañado el olfato moral o como si hubiesen
perdido la razón.
Los malos olores despedidos por
su exministro René Cornejo tenían ya bastante tiempo siendo fuertes, pero los
Humala mostraron sentirse a gusto con los escándalos puestos a luz por
políticos y la prensa. Helios apesta mucho, pero esperaron que ocurra un
mayúsculo bochorno de tono delincuencial con el seguimiento al congresista
Víctor Andrés García Belaunde.
Este incidente ya fue la sublimación
inversa de los gases hedientes, que se convirtieron en una roca que golpeó en
el rostro a los Humala. Ante la incapacidad de sentir olores, reaccionaron con
la contusión.
Mayorga
Pero el golpe no los ha curado,
continúan sin sentir la hediondez, en su entorno abundan los faenones (incluso
los gigantescos, ver Otro
latrocinio al Perú: humalismo regala US$2,000 millones a Telefónica y Faenones nos
dejan con la peor internet de Sudamérica), como es el caso
del ministro de Energía y Minas Eleodoro Mayorga y las acusaciones por los
conflictos de intereses en los contratos del Estado. De nada sirve que
congresistas que luchan contra la corrupción lancen ácidas críticas, tienen
defensores también en el Congreso.
Al parecer esperan otra roca que
impacte y les haga despertar (ver artículos abajo), pues nada sucede con
Mayorga por los escándalos en investigación ni por su responsabilidad en la
negligencia ocurrida con Petroperú estos días con el derrame de petróleo.
Malka Maya Albarracín
Cuando la prensa denunció la
existencia de una funcionaria del Palacio de Gobierno que gana más que el
Presidente y se dedica a amenazar o amedrentar a los congresistas,
recordándoles sus problemas en forma de chantaje, intentando acallarlos, todos
pensaron que al día siguiente sería despedida. ¿Qué dijo el Presidente al ser
abordado por los periodistas? “Son formas de trabajar”, manifestó
sin sonrojarse en defensa de la acusada (verAsesora
fujimorista mantenida por el gobierno humalista maltrata a congresistas).
Portátil con recursos del Estado
Cuando se denunció la existencia
de portátiles con recursos del Estado, en la figura de utilización de los
gobernadores y el escándalo de Dacia Escalante, ¿qué dijo el Presidente? “¿Cuál
es el problema?”, preguntó y defendió grotescamente estos actos (ver Humala
reacciona de forma incivil para defender portátil de gobernadores).
Estos hechos nos dicen que
estarían confluyendo supuestos enunciados al principio: no sienten este hedor
porque los Humala también lo despiden y están fuera de la realidad, por la
forma de comportarse que manifiestan, como si nada malo ocurriese. Están muy
felices de escuchar las voces adulonas que les susurran que son
"regios", "geniales", que son "grandes líderes".
No podemos esperar que gente que
cae en esta conducta se enderece de un momento a otro. Esperemos que los
políticos y ciudadanos decentes presionen para moralizar a este gobierno y si
hay que enviar a gente a la cárcel, que lo hagan.

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