Los principales titulares en los medios de prensa de Perú dan cuenta del anuncio del Ministerio del Interior que ofrece medio millón de soles por la captura del cabecilla venezolano Héctor Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero” jefe máximo de la sanguinaria red criminal venezolana “El Tren de Aragua”. Este delincuente despiadado y sus secuaces han logrado expandirse hacia otros países latinoamericanos, Colombia, Perú, Chile, Ecuador, Brasil y Panamá. “El Tren de Aragua” es una horda de delincuentes especializada en homicidios, tráfico de drogas, sicariato, secuestro, usurpación de identidades, extorsión, explotación sexual, entre otras imputaciones. La insania asesina de Guerrero Flores y sus 4 mil delincuentes ranqueados han convertido a esta megabanda criminal en el terror de América Latina.
La impotencia alarmante del Gobierno ha provocado el anuncio por parte del MININTER de la recompensa por la ubicación de este homicida, lo desconcertante es que el Ministerio del Interior desconozca sobre el paradero de este criminal de alta peligrosidad y no sepa si ha ingresado al Perú. El anuncio desesperado del Gobierno de Dina los pone contra las cuerdas ante la arremetida criminal de asesinatos, sicariato, asaltos, granadas que matan, explosivos que anuncian que el Perú ya es tierra de nadie.
Sin embargo, Dina Boluarte en su vergonzosa y patética actuación de “Alicia en el país de las maravillas” ha anunciado desde EEUU que el Perú es “la Isla de la fantasía”, ha vendido a empresarios e inversionistas que en Perulandia los sueños se cumplen, como su traición soñada que la llevó a Palacio. ¿En qué mundo vive esta señora, qué está pagando el pueblo peruano por tener enyucado su gobierno? Porsiaca, la profecía cruel y despiadada ya está cobrándole al Perú; “CADA PUEBLO TIENE LOS GOBERNANTES QUE SE MERECEN…O QUE MEJOR SE LES PARECE”.
Pedro Castillo es uno de los padres putativos de esta desgracia, petardeó sus credenciales democráticas, convirtió su presidencia en una licencia para chorear, rodeado por una banda de sinvergüenzas dejó de ser el presidente aceptado y defendible, pisoteó la confianza y la sagrada investidura que los peruanos le confiaron, traicionó a ese Perú olvidado y profundo que depositó su esperanza reivindicativa en él, terminó coludido y descubierto por su incapacidad y corrupción que lo llevó al penal Barbadillo junto a otros que lo precedieron.
Dina Boluarte es la otra madre putativa, inepta, soberbia e incompetente, rodeada por una manga de asesores incapaces, sobones, chupamedias y corruptos. Con estos comechados, ¿qué garantía tiene Dina de estar adecuadamente asesorada para liderar lo que resta de su mandato? ¿Llegará al 2026? Los peruanos ya estamos siendo devorados por una espantosa crisis económica, un desempleo imparable, el crimen organizado, vemos más letreros en las calles alquilando o vendiendo inmuebles de peruanos quebrados económicamente. Los jóvenes que el Perú olvidó se siguen yendo al extranjero, llevándose consigo el talento que algún día nuestra patria extrañará y necesitará. ¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo a Dina Boluarte ponerse por encima de la vida y futuro de 33 millones de peruanos?
He dicho.
Columnista Diario Expreso
Foto: Andina
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