El reciente establecimiento del grupo de trabajo multisectorial por parte del Gobierno Central para abordar el reasentamiento poblacional en Moquegua, en respuesta a la actividad eruptiva del volcán Ubinas, plantea un desafío monumental. Más allá de las formalidades burocráticas, esta iniciativa marca un paso fundamental hacia la protección de la vida y la preservación de la economía en la región. En este comentario, exploraremos la urgencia y complejidad de esta situación, así como las implicaciones de la Ley de Reasentamiento Poblacional para Zonas de Muy Alto Riesgo no Mitigable.
Un riesgo inminente: Ubinas y su impacto
La actividad volcánica del Ubinas ha dejado una huella indeleble en la región de Moquegua. Desde el año 2003 hasta el 2022, más de 1,000 personas han resultado damnificadas y 26,000 han sido afectadas por sus erupciones. Esta cifra no solo representa números fríos, sino vidas, comunidades y formas de subsistencia afectadas por un peligro constante. Las explosiones y los gases volcánicos han asolado la agricultura y ganadería locales, poniendo en riesgo tanto la economía como la salud de los habitantes.
La Ley como soporte: Un camino hacia la seguridad
La Ley N° 29869, promulgada en 2021, se presenta como un faro de esperanza en medio de esta crisis. Declara el reasentamiento poblacional en zonas de muy alto riesgo no mitigable como necesidad pública e interés nacional. En el caso del volcán Ubinas, esta legislación proporciona una base sólida para la acción gubernamental.
El grupo de trabajo multisectorial: Un compromiso colectivo
El grupo de trabajo recientemente creado, bajo la Presidencia del Consejo de Ministros, tiene la tarea decisiva de elaborar un plan de acción para el reasentamiento poblacional. Este equipo, compuesto por diversas entidades, desempeñará un papel clave en la identificación de responsables y la elaboración de un cronograma de implementación. La flexibilidad para convocar a representantes de diferentes sectores es un paso positivo hacia una solución integral.
El reloj avanza: Urgencia y plazos
Sin embargo, el tiempo apremia. La vigencia de 120 días calendario para el grupo de trabajo nos recuerda la urgencia de la situación. Una vez vencido este plazo, el equipo aún tiene 30 días adicionales para presentar un informe final. Cada día cuenta, y la presión recae en la eficacia y la coordinación de este grupo.
El desafío como oportunidad
El reasentamiento poblacional en Moquegua es un desafío monumental, pero también una oportunidad para proteger vidas y preservar una región rica en cultura y recursos naturales. La voluntad del Gobierno y la colaboración de las entidades involucradas son importantes. La mirada está puesta en la acción, en transformar palabras en medidas concretas que aseguren la seguridad y el bienestar de los habitantes de Moquegua. El volcán Ubinas, con su explosión permanente, nos recuerda la importancia de estar preparados y unidos frente a la naturaleza implacable.
Foto: referencial
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