Ayer, las calles de Moquegua vibraron con la fuerza de la protesta estudiantil de la UNAM, con carteles en alto y consignas como "si nos van a silenciar, comisión a renunciar" resonaron, exigiendo la partida de la Comisión Organizadora liderada por Roberto Castañeda Terrones. Pero, ¿cuál es la raíz de esta revuelta?
La protesta tiene su origen en la percepción estudiantil de que la actual comisión flaquea en la gestión de recursos y demora el proceso de institucionalización de la UNAM. Más que una simple manifestación, es un grito por una administración educativa eficiente y transparente.
La crítica se extiende a las controvertidas condecoraciones "Honoris causa". ¿Mérito o desacierto? Óscar Gonzáles Rocha de Southern Perú, acusado de contaminación y Feri Gloria Ramón Ruffner de Vega, rectora de la Universidad de San Marcos, en el ojo del huracán por su respuesta a protestas estudiantiles, son los protagonistas de esta lucha.
La movilización estudiantil se trasladó hasta las puertas del Country Club, donde una ceremonia que originalmente debía realizarse en el auditorio de Energía y Minas se ve alterada por este clamor estudiantil.
En el epicentro de esta tormenta, Gustavo Eduardo Pino Espinoza, Jefe de Comunicación e Imagen Institucional, presenta su renuncia irrevocable. ¿Un acto de coherencia o una respuesta a las tensiones internas?
El Dr. Washington Zeballos Gámez arroja luz sobre el presupuesto millonario destinado a ascensos y nombramientos, destacando la necesidad de evitar observaciones del Ministerio de Educación. Sin embargo, las fechas de estos ascensos plantean interrogantes sobre el cumplimiento de las normativas.
El exgobernador regional Zenón Cuevas Pare añade su voz crítica, señalando la falta de rectitud y parámetros académicos en la Comisión Organizadora. Su descontento se concentra también en el reconocimiento al máximo ejecutivo de Southern Perú, Óscar Gonzáles Rocha.
Estamos ante un punto de inflexión para la universidad. Las demandas estudiantiles, las renuncias, las críticas externas y las tensiones financieras se entrelazan en un dilema que requiere respuestas inmediatas y soluciones efectivas. La comunidad universitaria y la sociedad observan atentas, esperando un cambio que asegure la integridad académica y el bienestar estudiantil.
Foto: Periódico Rotativo Moquegua
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